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Espero que este blog sea de vuestro agrado y nos sirva para aprender y compartir experiencias.

lunes, 30 de abril de 2012

ADIVINANZAS PARA NIÑOS

Entra el estudioso,
nunca el holgazán,
va buscando libros
que allí encontrará.
(La Biblioteca)

En verdes ramas naci,
en molino me estrujaron,
en un pozo me meti,
y del pozo me sacaron
a la cocina a freir.
(El Aceite)

Treinta y dos sillitas blancas
en un viejo comedor,
y una vieja parlanchina
que las pisa sin temor.
(La Boca)

Se parece a mi madre
pero es más mayor,
tiene otros hijos
que mis tíos son.
(La Abuela)

Tengo duro cascarón,
pulpa blanca
y líquido dulce en mi interior.


(El Coco)

Todo el mundo lo lleva,
todo el mundo lo tiene,
porque a todos les dan uno
en cuanto al mundo vienen.
(El Nombre)

Este banco está ocupado
por un padre y por un hijo.
El padre se llama Juan
el hijo ya te lo he dicho.
(Esteban)

Zorra le dicen, ya ves,
aunque siempre del reves,
se lo come el japones
y plato muy rico es.
¿Que es?
(El Arroz)

Me hacen reír,
me causan placer,
si bien me las haces
me las dejo hacer.
(Las Cosquillas)

Sólo una vez al año
tú celebras ese día,
y conmemoras la fecha
en que llegaste a la vida.
(El Cumpleaños)

Vive bajo tierra,
muere en la sarten,
sus diez camisitas
llorando se ven.
(La Cebolla)

Mi picadura es dañina,
mi cuerpo insignificante,
pero el néctar que yo doy
os lo coméis al instante.
(La Abeja)


Es la reina de los mares,
su dentadura es muy buena,
y por no ir nunca vacía,
siempre dicen que va llena.
(La Ballena)


Desde hace miles de años
hemos transportado al hombre;
ahora nos lleva escondidos
en el motor de su coche.
(Los Caballos)

Pequeños, redondos, con agujeritos,
valemos muy poco, solos o juntitos,
mas de nosotros depende
el buen vestir de la gente.
(Los Botones)

Tengo dos orejas
por donde me agarran
y cuando me usan,
el culo me queman,
la boca me tapan.
(La Cacerola)

Tiene luna,
no es planeta;
tiene marco
y no es puerta.
(El Espejo)

Una señorita
de carnes muy blandas,
que sin ser enferma
siempre está en la cama.
(La Almohada)

Aunque de comida voy cargado
la gente me vacía
y nunca soy tragado.
(El Plato)

Abierta siempre estoy
para todos los niños.
Cerrada y triste me quedo
los domingos.
(La Escuela)

En medio del mar
hay una negrita,
no come ni bebe
y siempre está gordita.
(La letra A)

Frios, muy frios estamos
y con nuestros sabores
a los niños animamos.
(Los Helados)

Unas son redondas,
otras ovaladas,
unas piensan mucho,
otras casi nada.
(La Cabeza)

¿Qué parentesco tendrás
con la hija de una dama
que está con papá casada?
(La Hermana)

Somos verdes y amarillas,
también somos coloradas,
es famosa nuestra tarta
y también puedes comernos
sin que estemos cocinadas.
(Las Manzanas)

En marcar está el comienzo
y en mentir está el final,
el final es el comienzo
y el comienzo es el final.
Soluciona este problema
y mi nombre acertarás.
(Carmen)

Tres partes tiene mi nombre:
en Francia está la primera;
la segunda, aunque te asombre,
dentro de un cisne se esconde
y la tercera la tiene la cocinera.
(Francisco)

Soy un viejo arrugadito
que si me echan al agua
me pongo gordito.
(El Garbanzo)

Vuela que vuela,
allá va y viene,
hace y construye,
manos no tiene.
(La Imaginacion)

¿Sabes qué cosa será,
que cuando hablas lo rompes
y cuando callas está?
(El Silencio)

No toma te,
ni toma cafe,
y esta colorado,
dime ¿Quien es?
(El Tomate)

En rincones y entre ramas
mis redes voy construyendo,
para que moscas incautas,
en ellas vayan cayendo.
(La Araña)

Sal al campo por las noches
si me quieres conocer,
soy señor de grandes ojos
cara seria y gran saber.
(El Buho)

Soy alta y delgada,
tengo un ojo,
hago vestidos
y no me los pongo.
(La Aguja)

Y lo es, y lo es
y no me lo adivinas
en un mes.
(El Hilo)

Cabecita fría
la noche haces día
cuando te restriego,
cabeza de fuego.


(La Cerilla)

¿Quién pensaréis que yo soy,
que cuanto más y más lavo
mucho más sucia me voy?
(El Agua)

Te lo digo y
no me entiendes
no tengo boca y
si tengo dientes
(El Peine)

Sube llena,
baja vacía,
y si no se da prisa,
la sopa se enfría,
(La Cuchara)

martes, 24 de abril de 2012

MAITE CARRANZA

Aprobechando que se acercaba el Dia del libro, vino a visitarnos a nuestra Facultad la editorial de Edebé,y nos regaló un libro de Maite Carranza "Palabras envenenadas". Aquí os dejo un poco de su biografía por quienes no la conoceis.

“Los niños son exigentes y debes ser claro y contundente” 


 Maite Carranza, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil

 

La escritora no cree perdida la batalla por fomentar la lectura entre los jóvenes en la era digital.

 

 

 

A los dos años le dijeron que ya era mayor. Se lo creyó y empezó a imitar a los adultos. Ellos leían y ella también quería libros. En la adolescencia, con el virus de la lectura inoculado y buena parte de la biblioteca familiar -incluidos los libros “prohibidos” del abuelo, obras eróticas de principios del siglo XX de Felipe Trigo- devorada, decidió que de mayor se dedicaría a escribir, porque, dice, “la literatura es lúdica y fuente de placer a cualquier edad”. Quizá porque ha experimentado que la pasión por la lectura empieza desde la niñez y porque, por experiencia, sabe bien que un niño “no puede leer todo tipo de textos, ni comprender todo tipo de historias”, Maite Carranza (Barcelona, 1958) se dedica a escribir para niños y jóvenes, y, aunque afirma que fue “una decisión azarosa”, reconoce que resultó “acertada”. La ganadora del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por la novela Paraules emmetzinades (Palabras envenenadas, Edebé) ha confesado en una charla que ha mantenido con los lectores de EL PAÍS que este tipo de literatura le permite mostrarse más sincera y no ocultarse tras la palabrería. Los niños son exigentes y debes ser claro y contundente. Me compensa el contacto que puedo establecer con ellos y sus sonrisas”.

Escritora disciplinada -“es bueno tener reglas, costumbres, rutinas”, asegura-, Maite Carranza se ajusta la altura de la silla para tener los antebrazos paralelos a la mesa y no cargar los hombros y, a ritmo vertiginoso (a un escaso minuto y medio por respuesta: 41 en una hora), ha repasado sin distracción la gestación de la obra por la que ha sido galardonada y sus fuentes de inspiración, así como el oficio de escribir. “Leer mucho, escribir sin ansias de publicar y esperar a estar maduros y convencidos para aventurarse en un relato largo. La precipitación de algunos jóvenes en publicar puede ser su sentencia de muerte”, ha recomendado a los aspirantes a escritores.
El maltrato a las mujeres y la incapacidad de estas para defenderse fueron inicialmente los motivos que llevaron a Carranza a escribir Paraules emmetzinades, la primera novela para jóvenes que trata de manera abierta y clara el tema de los abusos sexuales infantiles. “La obra es una puerta abierta para otros que vengan luego y quieran hablar sobre temas que hasta ahora estaban vedados. Pueden utilizarla como referente. Pasa en todos los ámbitos, siempre hay un antes y un después. Soy optimista”, reconoce.

¿Cómo habituar a los niños a la lectura? La escritora lo tiene claro: leer con ellos en voz alta y declamar, hacerles participar poco a poco en la lectura. “Interesarles por una historia narrada ya supone que les estás interesando en la lectura”, señala. No cree que la batalla por fomentar la lectura entre los más jóvenes se haya perdido en la era de los soportes digitales. “Leer en voz alta en el aula y el fomento de los juegos relacionados con la lectura acostumbran a funcionar”, recomienda a una profesora de lengua en apuros. “La prescripción pura y dura es vista a veces como una imposición”, le advierte.

Se confiesa una lectora “voraz” que aprecia todo tipo de géneros y como escritora no duda en probarlos. “Me gusta variar y sorprenderme a mí misma”, advierte. Cambiar de registros y formatos para no encallarse ni repetirse es su máxima, aunque confiesa que el género humorístico, que marcó sus comienzos en el mundo de la literatura a mitad de la década de 1980, es su favorito a la hora de escribir para los más pequeños. “Me siento más cómoda y puedo hablar con más libertad de temas serios”, asegura. Su criatura más reciente, Víctor, un niño travieso de 11 años con el que es imposible aburrirse, pertenece a él. Para crearlo se ha inspirado en su hijo pequeño que le pedía tener libro propio. Confiesa que el personaje de Víctor y las novelas La princesa Julia (1994, Cruïlla) y ¿Quieres ser el novio de mi hermana? (2002, Edebé) son biografías de sus hijos y de sus experiencias como madre. “Negaré siempre hasta la tumba que mis libros sean autobiográficos”, advierte.